Positivizar una jaula para perros es un proceso relativamente largo cuyos resultados pueden facilitarte mucho la vida y hacer de ese espacio una zona de confort para tu perro.
Busca el lugar adecuado. Si tu perro necesita mantener contacto visual contigo constantemente busca el lugar donde más tiempo se mantendrá cerca de ti.
Sitúa la jaula para perros en su ubicación y déjala olvidada unos días. Permite que tu perro se acostumbre a su presencia. Déjale la puerta abierta con su manta para perros dentro, para que sienta curiosidad.
Cuando el animal se haya acostumbrado a la presencia de la jaula, e incluso haya entrado alguna vez, aumenta su interés por ese espacio colocando por sorpresa (y sin que te vea) alguna golosina para perros en su interior.
Enséñale a entrar cuando se lo pidas. Ayúdate de un cliker o unos premios para tener una señal de entrada clara. ¿Cómo hacerlo?
- Lanza un premio al interior señalando el acceso a la jaula y haz “clic” en el momento en que el perro pasa por la puerta. Entrará a comerlo y saldrá.
- Cuando conviertas eso en una rutina haz el mismo procedimiento pero sin premio. Cuando el perro acceda al interior haz “clic” y dale el premio directamente.
- Una vez que el perro se haya acostumbrado, utiliza una señal verbal. “Dentro”, “sitio”, “casa”. Elije la que más te guste. Cuando el perro entre, “clic” y premio.
Enséñale a salir. Antes de que salga por su cuenta haz una señal gestual y verbal: “sal”, “fuera”, etc. En cuanto el perro pase por la puerta, de nuevo haz “clic” y dale un premio.
Premia la estancia. En cuanto el perro entre, continúa dándole el premio de entrada, espera con calma y deja otro premio en el suelo para que lo tome mientras espera la señal de salida.
Añade progresivamente premios para alargar la estancia.
Alargar el tiempo dentro de la jaula. No le premies si sale antes de la señal de salida y felicítale mostrándole afecto cuando espera el tiempo requerido y sale al indicarle la orden.
Utiliza recursos como ponerle su comida dentro de la jaula o atar un hueso masticable o un Kong al fondo de la jaula. Nunca cierres la puerta durante este proceso.
Preséntale la puerta mientras está entretenido. Ábrela y ciérrala varias veces para que se acostumbre al movimiento y al sonido. Nada más. No la cierres. Aprovecha también para cambiar la ubicación de la jaula y que tu mascota se acostumbre a diferentes ubicaciones.
Cerrar la puerta. Solo si todo el proceso anterior fue exitoso, puedes empezar a cerrar la puerta siempre y cuando el perro esté entretenido en el interior.
Al principio deberás controlar el tiempo en que es capaz de mantenerse tranquilo dentro de la jaula para perros.
Ve de menos a más y no lo obligues a permanecer en el interior si el perro muestra algún síntoma de incomodidad o estrés.
Aprovecha la vuelta de un paseo para introducir en la jaula para perros un elemento de distracción como el Kong e intenta que pase su siesta en el interior.
No realices ninguna actividad que haga que el perro quiera salir para participar y empieza a alejarte de su zona de visión solo cuando veas que el animal ya asume la jaula como una estancia confortable donde sentirse tranquilo.